jueves, 4 de diciembre de 2014

El burdel de musas está en quiebra.

En un mundo donde no quedan cosas bonitas cómo voy a escribir. Puedo hacerlo sobre las cosas que hay en mi cabeza, Pero son limitadas, (por desgracia), podría hacerlo sobre la naturaleza y sus cambios, pero a parte de cambiar poco más hace.

Cuando la naturalidad dejó de ser lo más bello murieron todas las musas.
Con la primera operación estética para ser más "guapa", con la primera horrible foto con "morritos", con los tacones de aguja, vestidos apretados por obligación, maquillaje, fajas y todas las demás gilipolleces... Murió la palabra 'preciosa' con su verdadero significado.

Y en esta sociedad de niñas maquilladas, anoréxicas y con extensiones para poder ser barbies; estupidez de necios...
Y entonces qué hago yo. Sin ninguna musa que me acompañe más que la inútil de soledad; nada para hacerme crear más allá de los tóxicos.

Sólo queda esperar a que todo cambie, que no suele cambiar, o hacerse a la idea de nunca poder escribir algo bonito que sea verdad.

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