miércoles, 30 de noviembre de 2016

Se acerca el invierno

Hay tantas heridas que no cierran por festivo,
suave esquizofrenia y un triste espíritu ateo;
se da por perdidas a las musas que no escribo
y luego vienen llorando que el mundo sin mí es más feo.

Yo necesito absenta, madurez y una mamada,
tal vez alguna almohada donde pueda descansar,
un verde, una calada que me obligue a recordar
que me gusta el mar, el cine y la madrugada.

No encontrarás piedad si ruges a mi manada,
la muerte solo es otra etapa de la realidad,
amar es subjetivo, tanto como la verdad...
Ahora respirad.... y esperad otra cagada.

Bang

Otra vez has reventado
la goma de la careta,
y huele mal la verdad.

Tan cansado, tan cansado,
ya no aguanto otra rabieta
llena de mediocridad.

Ya no busco esa silueta que tuerce a desafinado mi grito en celo. Mejor que morir, respeta, o te quedarás de lado, no aguanto un pelo.

Conquistamos mi castillo
tentando a toda la suerte,
sabiendo que nuestra muerte
será una muerte con brillo.

Llueve, sangro, y nunca se hace de día; sangro, llueve y no tengo batería.
Todo, muere, después de lo que has mentido. Muere, todo, lo que habíamos construido.

martes, 29 de noviembre de 2016

Luces

Sentado en mi terraza como siempre y como nunca, tan libre, tan triste y tan solo que asusta; el viento golpea la persiana contra la ventana y yo ya sé que nada podrá ser igual.

Mienten las esquinas cuando dicen que me quieren, ya saben de sobra que mi calor es efímero y que cuando me atormenta lo que algunos llaman espíritu no están ahí para verme caer. Ahora brindo por la luna, que mientras me quita salud me da vida, y sufro no haber sido peor en todo mientras todo ardía.

Ahora ya solo ardo yo cada vez que pienso en tu triste silueta.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Miedo a las alturas.

Aunque no lo admita estoy cansado de tanta ansiedad,
la más fuerte dinamita hoy el pecho me tortura.
Del dicho al hecho, hay un trecho que mata mi libertad,
y la verdad, ya no veo más cura que la locura.

Tengo muchas cicatrices que arden en mi cuello,
pero también esperanzas, canciones y rebeldías.
Hay días tontos y tontas todos los días, ya no soy plebeyo,
de tus mentiras y tonterías

Quemo otra carta de suicidio, aún aguanto,
mi luz está harta del subsidio de mi llanto,
sé que ya no hay nada que pueda parar mi canto
y escapo sólo, con mi nana de quebranto.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Autoestima.

Vuelvo caminando a duras penas, dejando en cada paso mil manchas de sangre, después de una noche increíble, vuelvo a estar solo.

Y las sombras me atormentan mientras subo hacia mi casa y pienso en lo rápido que se muere todo; en lo efímeros que son los te quiero de la boca equivocada. Pienso en todas las mentiras que mi mente ha tenido que soportar, quemando mi alma hasta convertirla en polvo.

Mientras tanto las farolas me miran, los árboles bailan al son del invierno y yo sigo sintiendo el mismo frío que siento desde hace días. No es un frío humano, no sé arregla con mantas y radiadores, viene de dentro.
Creo que me he congelado, haciéndome inmune hasta que nada me vuelva a dar calor, sabiendo que el calor es algo raro en mi existencia.

También pienso en los moldes, estoy cansado de tanto presuponer bondad en sonrisas puntiagudas que van a acabar mordiéndome. No sé, los ideales a veces no son nada ideales. Es como encontrar el paraíso y que dentro de él no puedas respirar...

Creo que me estoy dando cuenta de que el alma perfecta no tiene que ver con nada más que la paz que te haga sentir.

Abro la puerta y echo el último vistazo a la calle, sabiendo que volveré a ella mañana y otra vez solo. Pero ya no duele, nada puede hacer sangrar el polvo; además acabo de ver una estrella fugaz, creo que Bahú me está guiñando un ojo.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Llevas tatuadas lágrimas en las ojeras, gritan tus pestañas en busca de una salida; con ojos cerrados no se pueden ver las rejas que te atrapan, te separan lentamente de tu vida.

Tosen tus pulmones cansados de tanto llanto, pesan las cadenas y tus alas son muy flojas. Vuelves otra vez a casa, las pupilas rojas; y mientras caen las hojas yo repito, fumo y canto.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Venenos de garrafón

Palabras podridas se te ahogan en la garganta, ya no hay salidas, y cada herida, mató la planta.

El árbol sagrado del amor ya no da fruto; ahora el rencor, absorbe lo diminuto, que fue cada minuto de calor...

Siento el estupor del que sin querer pisa una flor; preciosa, delicada, retorciéndose en dolor... Pero no fui yo; no fui yo el que la mató...

Ahora un sabor en mi boca, suave agonía; disculpa que hace un tiempo ya que no sonría, pero no hay forma de mantener en mi cama, a la alegría, llevo una antorcha en la mano porque la noche siempre es fría.

Decís que no resucito, pero yo veo mejoría. Ya, casi, casi ni grito y ya solo espero el día; en que tiemblen las mentiras y arda la tiranía...
En que todo el puto mundo, necesite la poesía.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Día 1.

Respiro, reprimo; perdido, reviento;
ni beso, ni mimo ya tu oscuridad,
ni alcanzo a alcanzar la esperanza del viento.
Rezar será nada entre la tempestad.

Reposa en mi pecho, tumbada Afrodita,
los mares vacíos, no de soledad.
Pensar en tu aliento ya solo me irrita,
me excita la tranquilidad...
de saber que cuento cada puñalada
que llevo tatuadas en el corazón.
Riñón y pulmón ya me piden almohada,
que están hartos de mi obsesión.

Creo mi alma está manchada de frío,
ya no siento nada, nada calma y es sombrío; ver correr el tiempo, y saber que nada avanza, que en la balanza, no pesa nada la esperanza.

Ya casi no tiemblo... siento el calor,
en el licor y su sabor... Hm.. Llena de color todos mis rincones, sin poner alarmas, reproches ni condiciones.

Ya no quiero nada solo quiero ser.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Toc, toc.

Harto de doler, de correr hacia la nada,
harto de llover, de sollozarle a la almohada.
Harto de saber que nada sirve, nada aclara;
vuelvo a recorrer los pasillos de mi memoria,
pensando en destruir para siempre mi triste historia;
todo acabará; todo acabará.

Después de un leve oasis se acerca la tempestad,
depresión contraataca y ya me tiene a su merced.
Ya estoy muy cansado de toda esta ansiedad
de caer, sedarse, morirse de sed.

Siempre me equivoco, siempre lo hago mal,
me estoy volviendo loco y no me queda demasiado.
Siento la tristeza hasta en la médula espinal
y ya la cerveza no me calma como lo hizo en el pasado.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Neutralidad, muerte.

Silbo, silbo y suspiro,
miro, que vuela el mirlo,
cansado, de resumirlo, todo en dos o tres colores
el va besando a las flores,
sin escuchar vuestra risa
buscando un surco de brisa
que calle su depresión,
y saltando del balcón
recupera su sonrisa.

Salta. Cae. Fluye.

Vuelve a convertirse en nada,
sin recuerdos, sin espada,
sin leyes y sin cadenas.

Sin tóxicas relaciones,
ni corazón, ni razones,
ni felicidad, ni penas.

Octubre.

Tú, musa de octubre, abres tus alas,
dejas caer sobre mí tu lamento,
los árboles lloran; ¡Espera un momento!
Que no hay un suplicio más lento...
Y llueve la lluvia, yo siento mil balas,
rompen mi cráneo, lo siento, lo siento...
Ya no quedan flores entre el cemento,
yo sangro, yo sangro; lo siento; lo siento.

Descansan cansadas terrazas de bar,
que están hasta el coño de tanto turista.
Les da igual si rey, torero o artista...
¿No tienen más sitios para molestar?

Sangrando naranja, jardines,
caminos;
sangrando el poeta rima tus pupilas,
ya llueve otra vez, y mis versos finos,
se agrietan, se ponen las pilas.

Por fuera vuestras caras, por dentro está mi infierno. Octubre no se acaba hasta que no muere el invierno. Lloro, canto, a coro de los caminos; con humo llenando el pecho y rabia en los intestinos.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Epílogo: Más antiguo que el aire.

Los humanos llevan muchísimo tiempo en la tierra, pero ¿Con qué sentido? ¿Qué hay de valioso en la
existencia?
Muchos murieron intentando descubrirlo, sin resultado por supuesto; ya que el curso de las cosas no es algo de humanos, es superior a ellos, incomprensible.

Invisible es lo que pasa si no causa estragos. Si no hace ruido, si no molesta... Para nosotros no ocurre.
Pero sí ocurre, todo existe, aunque a veces no podamos verlo.
Todo cuenta, todo suma, aunque para nosotros solo brillen los estímulos directos, en los indirectos está la clave de todo. El cómo, por qué y dónde. Esa respuesta que buscamos dando tumbos por una galaxia demasiado grande para nuestra mente.

Porque en realidad la galaxia, el tiempo o la vida son términos demasiado ambiguos para nuestra ridícula cabecita, ni siquiera creo que existan las palabras para definirlas usando todos los diccionarios humanos.

Todo se sujeta gracias a la energía en todas sus formas, todas necesarias e igual de importantes, todas letales si se sirven solas.
Nosotros solo sabemos lo que sabemos por antiguos cuentos, pero es hora de que tú descubras mucho más; tienes que irte.

Cuando encuentres a Bahú, él te contará más, recuerda: esto es más importante que tú y más antiguo que el aire.

sábado, 12 de noviembre de 2016

.

Congelado, espero que sea mi turno,
otra vez veneno, y ya no hay ganas de comer,
quiero que todo se parta, relajarme y ver arder
edificios alumbrando este paisaje nocturno.

Subo, otro peldaño que lleva al vacío,
lío, repito, y me vuelvo a equivocar.
Llevo tanto fuego en el pecho que respirar
para mis pulmones llega a ser un desafío.

Ahora no soy nada más que recuerdos y alcohol.
A mi lado queda el mono y muchas ganas de nada.
Tengo que comerme lo que me queda de sol
pero no puedo mientras me raja el cuello tu mirada.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Laberinto de cemento.

Hay tantas balas escondidas tras esas miradas,
malas lenguas oxidadas,
que susurran sus poesías,
me narran sus travesías
en salvajes madrugadas.

Y otra vez que por la noche se me tuercen las pisadas,
y mis lágrimas saladas
surcan mis poros malditos
ignorando vuestros gritos
pidiéndome más coartadas.

Otra vez, lloro, encerrado,
sabiendo que aunque despierte
nada de esto ha sido un sueño.

Que todo yo me he apagado
y si no caigo en la muerte
es que no le pone empeño.

Y la oscura calavera,
luce una mueca sabiendo
que aunque yo siga corriendo
me ganará la carrera.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Serotonina.

Besas cicatrices que ni yo me conocía,
lames mis heridas porque ya se acerca el frío.
Tío, ya no río cuando se me acaba un día
solo hay apatía sabiendo que lo he perdío.

Reo, sin tarea, sangra grasiento el poeta,
gracias a tus gracias ahora le da asco el humor.
Y descalzo, peta en boca,desabrocha su bragueta,
buscando por malas calles a lo que llaman amor.

Sangra sangre roja, y ruge su tripa hambrienta,
extraña el extraño sabor de su paladar.
Escapa de ropa, caprichos, y de bailar,
sabe que la muerte no se para aunque sea lenta.
Y que ya no queda nada que podamos celebrar.

martes, 8 de noviembre de 2016

Donde encuentre más razones para seguir siendo un crío.

Siento tantas luces en mi estómago apagado,
y tonto tantas lunas he perdido dormido.
Tanto sentimiento siente que ya está cansado
de sentirse atado, olvidado en el olvido.

Silbo cien palabras en algún idioma antiguo;
rezándole a Bahú para que se muera el frío.
La poesía siempre me ha parecido algo ambiguo,
“¿Dónde estoy metío?
Hasta el fondo del navío hundío.
Un día ese tesoro solo será mío.
Si esos ojos son un desafío,
yo un perdío,
bucearé en la cuenca de tu pupila amor mío."

lunes, 7 de noviembre de 2016

27

Que si salgo demasiado...
Que controle lo que fumo...
Pero subido al tejado,
me mantengo anestesiado,
dejando al llanto estancado
entre cascadas de humo.

¿No os dais cuenta que es mi vida?
Si existe alguna salida
la encontraré por mi mano.

Ya sé que no seré viejo,
pero tampoco el reflejo
de otro simple y tonto humano.

He aprendido que si duele
cada vez sangrará menos,
y ahora ya no pongo frenos
al dolor ni al desengaño.

Vivo sin vida, sin tele,
sin necesitar regalos
más que sus besos y calos
que intento no me hagan daño.

Siempre mirando de frente
esperando a que reviente,
paciencia casi agotada.

Sabiendo que cuando pase,
seguramente que arrase
todo y ya no quede nada.

martes, 1 de noviembre de 2016

Sangre roja, barriga ruge.

Me despierto, otra vez, sudando de madrugada,
sabiendo que la noche no ha acabado todavía,
lo sabía, la alegría no sirve para nada
si siempre vuelvo a caer en esta caja vacía.

Siempre uso palabras nuevas pa decir lo mismo.
Que estoy en la mierda y que me mata la ansiedad,
cartas a mi musa y delirios de soledad,
mientras me fumo otro porro y admiro este abismo.

Dados, si sale par me mato. Ha salido impar.
Sentado, sin moverme vuelvo a esquivar el disparo,
después de haberte dado tantos besos es muy raro
despertar en la noche y no tener a quien besar.

Ya empieza a asomarse el sol por el horizonte,
llega la ansiedad cargando, y yo delante.
Siento que me embiste como un rinoceronte,
pero pesa más de lo que pesa un puto elefante.

Riego nuestro jardín con mi sangre intoxicada
y normal que después tengamos que discutir;
una cosa tengo clara, no puedo vivir
despertándome sudando cada puta madrugada.