domingo, 28 de febrero de 2016

La noche que cambió la balanza.

La locura ocupa mi cabeza,
la pasión mi cuerpo, y la fe mi alma.
Entre cigarrillos y cerveza,
todo fluye, siempre en calma.

La melodía de tu gemir
arderá, arderá en mi hoguera;
pidiendo a gritos salir
tu corazoncito de cera.

Pero nunca fue tan fácil la vida,
cada cosa que da, quita dos...
Siempre da callejones sin salida,
pero nunca, se lleva la tos.

Siempre da lágrimas en la estación,
y no quita mareos de mares;
ni me quita mi podrido corazón,
ni la oscura tentación
de entrar a todos los bares.

Y la vida nos dio un par de bocas,
a mí me quitó la risa,
a ti te quitó la infancia.

Y aquí estamos, dos almas locas,
cansadas de la prisa,
de bailes, de acacias.

Cansados del silencio en tu lengua,
cansados del amor de basura,
de la luna, que ya no mengua,
de los besos y la anchura
de la pena, de nuestros corazones,
de mojar mil seiscientos colchones,
de tener hinchados los cojones,
de tanto amor...

De la noche que acaba vacía,
de la ansiedad, que siempre fría,
juega con nuestra tersa apatía,
cansada, de tanto sudor.






jueves, 25 de febrero de 2016

Continuará...

Ya no sé qué quiero hacer,
si después de lo sangrado
no aprendo a querer vivir.

Y no es por vicio, joder,
nunca me agradó mi estado;
pero intento conseguir
un huequecito, algún lado,
donde pueda sonreír.

Busco un cartel de “se vende"
en una mirada triste,
busco cualquier lugar,
donde poder descansar.

Quiero olvidar los mordiscos
que tú, fortuna, trajiste,
y por fin volar,
al fin volar.

No sé lo que quiero pero quiero que esto pare.
Tampoco estoy para poesía, pero lo he intentado.
No sé si por mí o por mi ego, pero me la suda.

lunes, 22 de febrero de 2016

.

Esto no es un texto bonito, ni besos, ni putas, ni nada.
Solo vengo a soltar bilis y un poco de lo que siento, que lo necesito.
He perdido algo que no podía perder, lo he perdido todo.
Tanto esfuerzo, tanto, para nada.

Después de aguantar ansiedad sin medicina, después de sufrir tanto vuelvo al pozo.
Después de un mes y pico sin la puta mierda que llevaba un año sin dejarme sentir y después de llevar dos días haciéndolo vuelvo a la mierda, vuelvo al escombro, vuelvo a las pastillas, al miedo y a la ansiedad; vuelvo a lo de siempre.

Vuelvo a ser nada.

Nada.

No encuentro nada que sume,
y resta cada segundo,
ya no hay rincón de este mundo
que no me altere o abrume.

No encuentro un solo respiro
y en esta apartada orilla,
la luna ya nunca brilla
y ni siquiera la miro.

Ya no sé ni por qué escribo, me resulta imposible quedarme sin palabras, y se arregla rápido, pero ya no puedo.
Ya no hay qué escribir, yo ya ni estoy ni soy, ni pienso ni existo, ni me puedo creer que sea tan débil.
En fin, ya da igual; se supone que con esto estoy queriendo decir que me voy un tiempo, a lo mejor son dos días, pero lo aviso igual.

domingo, 21 de febrero de 2016

Sigo vivo.

He vuelto al pozo de lo oscuro,
de no dormir por las noches y buscar medicinas hasta debajo de las piedras.
De buscar sonrisas, que no sobran; de encontrar la verdad, tan sucia y rancia como siempre, en mil esquinas sin nombre.
Con la luna, sí, con la luna, como acompañante; como amante, como la destartalada puta que sonríe con mis besos.

Hacía demasiado que era piedra, llevaba mucho sangrando y sonriendo; y llegaste; y conseguiste hacer que la sangre se filtrase en mis pupilas, aunque fuese solo una gota, lo necesitaba.

Por eso gracias.

Por lo demás seguiré aquí; con mi reggae, con mi jazz, con mi poesía y mis vicios, sin descuidar a mi familia, (la que lleva mi sangre y la que no), pero descuidándome a mí mismo, que me da igual, que me doy igual.

Sé feliz, al menos eso puedes hacerlo, por mí.

Yo seré lo que siempre he sido, y ya conseguiré besar a la luna.

martes, 16 de febrero de 2016

Color negro noche.

Entra la luna a matar,
acomodando caminos,
cortando rejas de espino,
parándose a descansar.

Con su noche y su armonía,
con su locura y tristeza,
con sus ratos de cerveza,
y sus penas y alegría.

Con su silencio que grita,
que le da igual el planeta,
que hasta acabar majareta,
pruebe, alucine y repita.

Con las venas congeladas,
con la vida hecha pedazos
y una ansiedad entre brazos,
que revienta a puñaladas.

Con frío pero caliente,
temerario y muy seguro,
ya cansado y con futuro,
aunque con poco presente.



domingo, 14 de febrero de 2016

Lisa.

Fórrate a cuadros la piel;
vístete de seda.
Moja en mis labios tu miel,
cae por la escalera.

Los peldaños, mis costillas,
al final hay una flor;
cuidado con las astillas
que hay en mi interior.

Mi pequeño corazón
tiene un agujero,
tenlo como tu adicción;
bésame primero.
Un beso en la herida la podrá curar,
conseguirá, que mi vida,
deje de sangrar.

Mi nota de postsuicidio, otra pedida de exilio, otra triste necesidad.
Mi lenta declaración, otro polvo sin pasión, otro “esta es de verdad..."

A su merced.

jueves, 11 de febrero de 2016

Luna lunera.

Es cuando la luna explota
de vergüenza, pobrecita,
la gran musa, siempre rota,
siempre lejos, siempre grita.

Aunque es amada en poesía;
siempre ocurre el mismo cuento.
Él la mira, ella se fía;
ella quiere fuerte y lento.

Y él la busca, enamorado,
por su luz y compañía,
la noche triste a su lado,
siempre ha sido menos fría.

También él vive de día;
y se rodea de mujeres,
sonríe y besa en el tranvía.

Con esos vicios, no esperes,
que emita luz de alegría
la lunita entre alfileres.

Y vuelvo donde empecé,
a contar lo que quería.
A la pérdida de fe
de la pobre luna mía.

A cómo no valoramos
lo de verdad necesario,
porque se hace rutinario
y nos creemos sus amos.

A cómo por su mal ojo
y a su dejar que la mientan,
acaba explotando en rojo;
preciosa luna sangrienta.

A cómo luna cornuda,
se queda siempre solita,
sin flores, besos ni ayuda,
siempre sola, siempre grita.

martes, 9 de febrero de 2016

Que la luna nos acoja.

Ya no tengo más ideas,
ya no sé qué más rimar,
ni me llamas, ni jadeas,
ni me pierdo en ningún bar.

Ya no tengo más amores,
ya no me quedan historias,
ni besos tristes, ni flores
con olor a escapatorias.

Ya no tengo más excusas,
ya no huelo un corazón,
ni el perfume de las musas,
ni el hedor de tus “perdón".

Ya no siento, nunca nada,
ya no me ciega el amor,
ni me beso con tu almohada
ni me alegra tu sabor.

Ya no me importa una mierda
qué me ocurra, soy sincero.
Ya me da igual, gane o pierda,
siempre todo es pasajero.

lunes, 8 de febrero de 2016

Nube de ideas.

Y he vuelto a la nada,
a caer.
La tersa mirada
del querer
tiñe tu llanto.
Y otra madrugada
sin tu ser
llena de espanto,
araña mi espalda,
y sangro y vuelvo a arder.

Ya merecí mi castigo,
ya lo asumí a hierro.
Ya busqué un mejor abrigo,
y ahora, en el destierro...

Miro todo desde arriba,
como danzáis, inmaduros,
secos papeles al viento.
Y mi flaco cuerpo esquiva,
vuestros corrales oscuros,
aunque me parece lento...

El vaivén de tu mirada,
y como dice “sí, miento".
Ya no sirven para nada
tus preciosos sentimientos;
en este triste momento
la vida no da coartada,
y ni yo tendré una amada
ni tú tendrás “me arrepientos"
ya no sirven para nada,
ni mi fe ni mis “lo siento".

La moneda cayó por el lado de la soledad y hay que asumirlo. Mañana seremos felices.

lunes, 1 de febrero de 2016

Perdones. (No es poesía)


*Esto no tendrá ningún valor artístico, y si esperas un poemita puedes irte por donde has venido. Vuelve otro día.*
1 de febrero.

Hoy sólo puedo decir que lo siento.
Aunque no valga nada, a mí un perdón me vale verga; pero de verdad lo siento.

A ti, que alumbrabas un poco toda la mierda que llevo guardando demasiado tiempo, que te dejé ir, por tu bien, porque soy veneno y mato todo lo que toco; oscura golondrina, no te voy a olvidar por hacerme sentir tanto, bueno y malo, todo es importante. No te voy a olvidar por nada, aunque nunca vuelvas. Lo siento porque por una situación, contigo y conmigo decididos, nada pudo salir bien.

A ti que fuiste todo lo malo, como si abrir la puerta del infierno fuese quererte. Que reventaste las últimas esperanzas que me quedaban, cuando las tenía. Que fuiste barro, oscuridad y mentiras; que mientras me amabas tus bragas las olían quince. Lo siento por no haberte visto antes los colmillos.

A ti que fuiste la primera. Que aunque la hipocresía te cubra el culo y tu diarrea verbal y apariencias te definan sé que no lo hice bien. No fue por mí, quizá la depresión no entraba en nuestros planes y te echó de mi vida (como echó todo), pero aún así recuerdo lo bonito de las primeras veces. Lo siento por no haber sabido llevar mi enfermedad y haberte sumergido conmigo en la mierda.

A ti, que siempre has sido respaldo, y a veces saco de boxeo, a ti que siempre has apoyado mi culo huesudo aún sin saber donde iba a caer. A la que más quiero y he querido de todas y a la que posiblemente más haya herido, perdón por no haber sabido crecer mejor mamá, siempre lo sentiré.

Y perdón a mí mismo, aunque sea por cosas que seguiré haciendo; porque no puedo echar al miedo de mí y seguiré perdiendo oportunidades, seguiré sin dar besos necesarios, seguiré dejando marchar todo lo que quiero por no matarlo y seguiré sin tener cojones a aceptar que soy la persona más débil que existe.

Att: Rubeno.

Optimista

No existe la esperanza,
en este bar oscuro.
A fuego en la balanza,
arde con mi futuro;
busca un rincón seguro
y un trozo de pan duro,
para no descansar.

No tengo fe ni salud;
no quiero ningún culpable.
Solo que el preataúd
se me antoje agradable.
Y que muera lo infumable
y yo vuelva ser fiable,
y que me vuelva a fiar.

Por algo por lo que haya lucha,
por esconder este rencor.
Por un febrero en el amor
y un marzo entero en la ducha.

Porque aunque todo acabe mal,
puedo con cien lágrimas secas,
estoy seguro que tus pecas
más o menos piensan igual.