viernes, 29 de julio de 2016

De mar en mar.

Laberintos de pasión
y mi lengua en tu costado;
pido perdón, no hay salvación,
ya soy todo un desalmado.

Laberintos de pasión,
sudor, contigo esposada;
y otra vez de un atracón
me arrancas el cinturón
y muere la madrugada.

El lenguaje de tu boca
nunca sobra, la verdad,
sigo sin tener edad
pa' tener tanta ansiedad
y tú también estás loca.

Y aunque no tenga futuro
con cada beso esto tira,
y en su prieto cuerpo oscuro
una pantera me mira
preparando la emboscada.

Y otra vez de un atracón
me arrancas el cinturón
y muere la madrugada.

miércoles, 27 de julio de 2016

Noche.

Noche me estaba mirando, se lamía, me miraba, se volvía a lamer, y yo fumaba y miraba el cielo como esperando una respuesta; como si todo lo que he querido siempre fuese a caer de las estrellas.

Las estrellas me miraban también, y la luna, triste y en calma, estaba feliz de habernos robado unas horas al sol. Cada vez menos personas le recitan a la luna, y se siente sola, abandonada, en quiebra de poesía.

Noche vuelve conmigo para ser mi musa; y tengo que ser sincero, nunca tuve una con unos ojos tan bonitos. El verde se funde con el blanco lunar en sus ojos, que me miran cuando no están mirando la luna.
Nunca he sabido bien por qué será tan hipnótico este cielo, o por qué busco respuestas en bolas de fuego que ya están apagadas.

Tampoco sé qué está haciendo Noche y busco sus ojos, que miran a una esquina, tranquilos.

Oigo la noche y me cuesta seguir nervioso, Noche y yo hemos sobrevivido a lo peor, a nosotros mismos.
Hemos sobrevivido a tanto tiempo estando solos que ya es costumbre este temblor por la noche.

Temblor que ahora se evapora y ya, no siento.

lunes, 25 de julio de 2016

Secreto.

Eres como el desierto, haces presos
y matas, y envenenas, y asesinas,
y piensas “¿Qué será de nuestros besos,
serán más de jaqueca o de morfina?"

Eres como el desierto, y con las lunas,
te pones agresiva y congelada.
Pero eres calma y siempre, entre las dunas
de tus muslos, estás preparada.

Ahora cae, que la luna baile tus latidos, que lamas mis heridas hasta que cicatricen, que nunca dejen de temblarte las piernas y que nunca exista mejor secreto.

sábado, 23 de julio de 2016

Mi campo.

Entre piedras y maleza
encontré mi hogar sagrado.
Ahora ni bebo cerveza,
solo la naturaleza
se queda hoy a mi lado.
Y mientras miro unas plantas
también me fumo otras cuantas;
un pajarito recita:
“Aquí mentiras no hay tantas
ni nadie agresivo grita,
ni arcenes, ni dios, ni llantas,
pudren como en la maldita
selva que llaman ciudad,
aquí el viento corre puro,
siempre huele a libertad;
y hasta el rincón más oscuro
trae consigo la bondad.
Y pasa que si el verano
lo fundes con marihuana,
este triste y loco anciano
se asoma por la ventana;
y al ver el sol y su llama
no se vuelve a encarcelar
y corre para escapar
después de mucho en la cama.
Y el que casi muerto estaba
parece que resucita,
aunque la tarde se acaba
e irse de aquí siempre irrita
por lo menos voy mejor.
Ahora ni bebo cerveza,
y diosa naturaleza
hoy me devuelve el favor.

miércoles, 20 de julio de 2016

Caminando.

Camino, camino y toso, y mientras me pregunto si queda algo humano en mí las farolas me dan las buenas noches. No suelen hacerlo, o yo no lo veo, creo que se burlan; sí, se burlan de mí. Saben que a la vuelta de la esquina estará la muerte, esperándome, preparando una fiesta en mi honor.

Porque todo lo que tiene energía es bueno o malo, y la vida trae vida; la muerte trae lo que trae.

Yo ya llevo años recorriendo todo el mundo, buscando almas para tragármelas y vomitar veneno.
Llevo tiempo acuchillando a la bondad y a la luz, y la oscuridad; el rincón más oscuro del planeta ahora me busca, me reclama.

Todo eso pienso mientras camino y toso, y, al cruzar la esquina compruebo que la muerte no se escondía en esta y pienso en liarme otro...

lunes, 18 de julio de 2016

Los sueños del niño lúcido.

Mucho polvo en la ventana,
y un gris oscuro que afina
las canciones de campana
de una iglesia que asesina
la melodía en tu nana.

Porque de niño escuché:
“Si es que acaso no veis nada,
siempre volved hacia atrás;
esperad, tomad distancia".

Y cantaban los chamanes
rodeándome la cuna;
los pastores alemanes
recitaban a la luna
que nunca existió una estrella,
más linda y grande que ella,
nunca la hubo, ninguna.

Ya no busco fantasía,
ni a Satán bajo la cama;
ahora dios es la apatía
y nadie escucha mi drama.

¿Qué vamos a hacer para descifrar
el mensaje en morse
oculto en sus casas?

¿Qué vamos a hacer para recordar
nuestro viento limpio
entre tantas trampas?

De niño escuché: “Si no veis nada, volved hacia atrás, tomad distancia". (Cenas ajenas - Vetusta morla)

sábado, 16 de julio de 2016

Guerra mundial

Si después de tantos años
sigo igual de torpe y triste,
no sé yo si hay un futuro.

Sigo consiguiendo escaños
pero ya da igual, ya viste,
por mí no dan ya ni un duro.

Si nos maltrata existir
vamos a existir el doble;
y ya que estamos aquí,
vivir más fuertes que un roble.
Ya sabes que para mí
no hay una canción más noble
que el sonido de la guerra.

martes, 12 de julio de 2016

Miedo

Llena tu alma de jirones;
y la congela y se para,
separa como si amara
separar los corazones.

Las noches en Babylon,
te tiemblan las manos.
Vas buscando algo de acción,
todo esfuerzo en vano.

Rastrear cualquier rincón
por si va a atacar
la noche de Babylon,
tienes que escapar.

No puedes dormir, despierta,
llega la ansiedad.
Aunque duela, da la alerta,
algo duele de verdad.

Y no es envidia, no es pena,
no es pereza ni apatía,
es el demonio que frena
cada futura alegría.

“Para empezar, diré que es el final,
no es un final feliz, tan solo es un final.
Pero parece ser
que ya no hay vuelta atrás."

sábado, 9 de julio de 2016

Soneto creciente.

La luna se desnuda hoy en mi almohada,
y sobre mi escritorio manuscritos
con ella como musa, son escritos
cuando se tercia gris nuestra mirada.

Hoy dudo que tengamos madrugada;
después de tanto sudor entre gritos,
después de que todos nuestros delitos
empiecen, como todo, a no ser nada.

Y despierto de golpe, un sudor frío,
me acompaña, no lo hace mi musa.
Vuelvo a dormir esperando al rocío.

Y mientras, bella luna intrusa,
disfruta viendo cómo en sueños río,
cómo, solo en sueños, de ella me fío.

jueves, 7 de julio de 2016

La gota que tiró el vaso.

Entre tanto grado y sol
se me olvida el olvidarte,
y olvidando que el alcohol
no suele atraer el arte
salgo a buscarte borracho,
y entre tormentas de arena
ya no me queda ni un cacho
ni de ti, ni de la pena.

Y con la luz de un piano
alumbrándome la cara
salgo a partir los tejados.

Disfruto como un enano
la vida, que ahora repara
tantos veranos mojados.

Y tropezando mil veces,
que me encanta tropezar,
voy construyendo un camino
¿Se hace camino al andar?

Me da igual, no pasa nada,
siempre paro en tonterías.
Solo pido que aún cansada,
jodida o triste te rías.

He olvidado, he aprendido, he odiado y estoy aprendiendo a querer.

Gracias a Iván Ferreiro, a mi camello y, al que más, a mí mismo.

Respecto al título, es una cosa que he pensado y algún día escribiré, no tiene nada que ver, pero me da igual.

miércoles, 6 de julio de 2016

Whisky y ansia por respirar más lento.

No hay nada más real que un polvo en un baño. Porque mientras metes el pulgar en la garganta de esa rubia, que estaba tan guapa en la barra, no piensas en nada más; no hay nada fuera de esas caderas, nada.

Porque cuando tus manos se rozan con las suyas notas complicidad, no sabes qué, pero notas algo; el amor más bonito del mundo. Aunque no sepas su nombre ni ella el tuyo, aunque ni recuerdes si os presentasteis, es igual, porque no hay nada más real que un polvo en un baño.

No hay nada más real que los gemidos que escuchan los desgraciados que esperan para vaciar su vejiga.

No hay nada más fuerte que tus manos agarrando su pelo, tan, tan fuerte que parece que es su estado natural, como si no fueses a soltarla nunca.

No hay nada más olvidado que tus pobres pantalones, da igual que sean tus favoritos, da igual los que sean; que se van a quedar tirados en el suelo, al menos hasta acabar. Perdidos, ignorados; no hay nada más olvidado que tus pobres pantalones; salvo su tanga, que descansa encima de estos.

No hay nada más borracho que vosotros, que hoy sabéis lo que hacéis, pero mañana no pensaréis lo mismo cuando tú te encuentres un tanga en el bolsillo (y pienses que bueno, al menos es bonito); y cuando ella se mire al espejo y vea el caminito de moratones que va desde la oreja hasta su pezón izquierdo, sin curvas; directo como vosotros.

No hay nada más real que un polvo en el baño; porque no recuerdo que hice anoche, me duele muchísimo la cabeza y no puedo con mi alma; pero me acabo de encontrar un tanga en el bolsillo.

Al menos es bonito.

martes, 5 de julio de 2016

La ansiedad de la luna.

No son ni las once; estoy tumbado en la cama, y nada tiene sentido.

La ansiedad me aprieta el pecho, desgarrándolo, y cada vez que respiro duele más. La noto, arañando mis pulmones; exprimiéndolos como una esponja llena de sangre. Toso. Toso. No puedo más, nada tiene sentido.

Escucho en la calle a los vecinos gritando, hablan entre ellos, pero chillan como si le pidiesen una tregua a la noche. Como si quisiesen que todavía quedasen unas horas de tarde y la luna no asomase a mirarnos. Como yo, yo también aúllo a la luna por una tregua, porque la noche siempre ha sido frío, ansiedad, tristeza, es Yin. El Yin del sol, mi Yin. Y la miro riéndose de mí, claro, la luna no tiene ansiedad, la luna no tiene problemas.

Intento respirar para meditar y poder arrancar de mi pecho tantos alfileres.
Pero quién podría meditar entre jadeos y dolor, claro, no funciona.

Pienso, toso y vuelvo a pensar. Pienso en que cada vez quiero a menos gente, y los quiero menos.
Sin embargo el odio no se va, lo siento como siempre, insultádome, ignorándo mis gritos de auxilio.

Y odio, toso y odio. Odio a la luna, odio a la gente, odio la noche, me odio a mí.

Vuelvo a toser, y por mucho más que tosa todo seguirá sin tener sentido.