martes, 26 de mayo de 2015

En punto muerto.

Más días de letargo,
menos de resto.
Más pasar de largo,
menos posibilidades.
Más noches oscuras,
menos risa, y creciendo.
Más besos al aire,
menos de ti.
Más palabras sucias,
menos son las ganas.
Más muerte de bomba,
menos sangre bombea.
Más versos insípidos,
menos rimas fuertes.

Más tortura cada vez, en los poros de mi cuerpo, más silencio no por qué si no por nadie. Más suerte perdida.

Corazón lleno de polvo y arena.

Bombea muerte y sangre negra, pero sangre sólida, mucosa.
Estamos muertos.

Se acabó.

Ceniza y viento.

Ando buscando minutos,
en los que mueran espinas,
de cerrar bien las cortinas,
de hilar con puntadas finas
corazones diminutos.

De ceniza muerta y seca,
que no quieren más vendetta.

Buscan unas manos suaves,
que sean más suaves que el viento,
y en continuo movimiento,
me besen cuando yo miento,
y recuerden los portales.

Que dejamos sin ventanas,
alguna que otra mañana,
que no había gana de cama,
pero sí de ya lejanas,
horas muertas pero sanas
horas de silencio y rama.

Sintiéndome en bancarrota,
de todo menos vacío,
vuelvo siempre a nuestro río,
corrupto en el que no flotan
ya nuestras manías amargas,
ni nuestras mañanas largas,
de rama y silencio,
de ramo y silencia,
noches que sentencio,
días de abstinencia
de ti y tus huesos,
de todos tus besos.

Y morimos solos.

"No se conocen manos tan suaves que puedan acariciar un corazón de ceniza, que puedan estrangular y que parezca un abrazo."

"Yo sólo busco viento en la cara, de ese fresco, del que te despeja la mente, del metafórico."

lunes, 25 de mayo de 2015

Colectivos.

Inmerso en mis problemas voy perdiendo el norte,
no hago daño a nadie si no es como deporte.

La vida de diablo,
nunca me pareció mala,
controla bien la sala
y controla cada establo.

Sin que los humanos vivos,
puedan tocar su frescura,
así no ven la amargura,
por dentro de la armadura,
que se vé en los colectivos.

Nadie se ha replanteado
cada persona que dejas,
pasar delante o al lado,
puede ser la que destroce,
de tu corazón las rejas.
Y por fin tener un roce
con un corazón que haga,
de anestesia cerebral,
de cosquilleo cervical
sin buscar ninguna paga.

Estás dejando que huya,
la que puede ser la tuya,
sin ningún intento previo.

De ser el todo en su vida,
o servirle de comida,
al menos llevarte un premio.

Al menos llevar recuerdos,
que no te han costado nada,
e impedir que la pena haga,
que te conviertas en cerdo.

domingo, 17 de mayo de 2015

Nada de nada.

Cinco días sin escribir.
Cinco días muertos.
Cinco dedos de mi mano derecha muertos por inanición.

Nada de nada.

Nada en éste mundo sobrepoblado de todo.

Tal vez sea la fiebre o las ganas de tus labios.
Tal vez nada tiene sentido.
Ganas de volver a escribir canciones que alguien disfrute algún día, la impotencia de mi garganta sangrante y cuerpo semi-muerto.

Nada volverá a ser como fue.
Yo no soy el mismo.
Soy nada mientras duermo y todo cuando escribo.

"¿Que por qué escribo? No le preguntes al viudo por qué no quiere vivir."

martes, 12 de mayo de 2015

2020.

Oigo voces en la calle
y no hay ocios a éstas horas.
Las farolas,
que no alumbran
pueden ver el vil batalle;
cómo cientos de esqueletos
se levantan de la arena.
Ésta colmena
de muertos
quiere armar una faena.

Una pena,
de verdad.
Porque en vida eran banqueros;
llenos de lujos, de amor
y ensangrentado dinero.

Ahora yacen en la hoguera
trinchados por otra gente,
a la que los ciegos muertos
dejaron sin ningún diente.

Muchedumbre ciega de odio
bebe sangre de ladrones;
que antes, dejaron inerte
cada una de sus facciones.

Y yo no es que me lo invente,
veo todos los porvenires,
y ricos contra faquires,
es la guerra en 2020.

sábado, 9 de mayo de 2015

Carta a un Yo del futuro que ya no se acuerda de su yo del pasado.

"Y sale el Sol. Y todo se despierta.
Salen los animales, cantan, gritan;
por desgracia también lo hacen los niños.

Pero yo no. Me despierto, canto, grito;
pero ya no quiero hacerlo.
Me cansé de serlo todo para no ser nada.
De sonreír con una mueca.
De no acordarme de sonreír.
De éstas mañanas.
De todas.

Me cansé de ser para un paseo.
De ser una parada más, como todas las gasolineras por las que pasas y no te importan, porque tú te vas de vacaciones y quieres llegar ya.

Esa impaciencia, llegas a la gasolinera, vacías el vientre, rellenas la gasolina que te falta, y te vas.
Y ella queda allí esperando a que otro pase a hacer lo mismo.

Y cuando con el tiempo nada cambia ya no esperas nada nuevo. Y nada nuevo pasa.
Los días son hojas en blanco.
Un bosque entero de hojas en blanco;
desperdiciadas, podrían haber sido poesía.

Y si sientes dura, sangrante y amarga la garganta bebe más café y fúmate otro.

Nadie va a curarte.

Tú aguanta, mientras puedas."

Carta a un Yo del futuro que ya no se acuerda de su Yo del pasado, lo de siempre.

Resaca.

El silencio rompe la luz de las farolas,
ya sólo se puede oír algún perro loco,
con la luna, siempre nosotros a solas.
La verdad, tratarnos de insomnes sería poco.

Y en la calle huele a sólo y frío,
tanto silencio como en el ritual de un muerto,
barrio de lunas, putas, silencio y vacio.
Sólo podrás ver un alma, un gato tuerto.

Un gato tuerto y a mí,
que deambulando borracho,
me perdí.

Para siempre.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Yo, luchador.

Y entre cadenas de esparto
se halla mi cráneo ruinoso,
ruinoso como asombroso,
asombrosamente herido,
por heridas corroido,
corroídamente vacío,
jodidamente triste,
ilustre; y muy pirata,
aunque se va por la pata,
cuando me miras.
Coño; pero qué ojitos de gata,
cada vez que te me giras.

Por suerte tengo la suerte,
de aunque siempre moribundo,
y con en la contra al mundo
siempre esquivo a doña muerte.

A la muerte y al que venga,
yo sólo voy a mi son,
no vaya a ser que un día tenga
que endeudarme el corazón.
Con lo perezoso que ando
para cosas del amor.
Nunca quiero empezar algo,
que vaya a acabar peor.

Pero todo lo acabado
termina en algún momento,
y el que me diga que no,
que me demuestre que miento.

Palabra contra palabra,
y cara a cara, yo siempre.
Gano todas las batallas,
debates, lo que se tercie.

Más frustrado y menos ánimo,
cada segundo que viene.
Pero, ojo, nunca me rindo.
Ser luchador es lo que tiene.

martes, 5 de mayo de 2015

Y otra vez de la ceniza nace el árbol. (Reset)

Comenzar de nuevo,
o "de viejo" ¿A quién le importa?
y "de viejo" desde luego;
que no voy a cambiar ni gota.

Seguiré con los sonetos
de truncados parapetos,
con las rimas bien rimadas,
facilonas y ajustadas.

Y aunque faltan aún mil letras
y media para volver,
volveré con dos cojones,
con mis amargas canciones;
hasta que vuelva a caer.

No prometo nada.