miércoles, 30 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo V: Peros.

"Queremos la leche, pero sin lactosa,
queremos dinero, pero con amor,
somos porquería y olemos a rosa,
queremos vergüenza pero sin pudor.
Queremos regalos, pero sin sorpresas;
queremos speed, sin negra adicción.
Queremos el cielo solo si es turquesa,
y nunca cirrosis, pero oye, sí al ron."

Cada ser humano, sin excepción, quiere tantas cosas que una lista completa resultaría imposible de hacer; pero eso sí; con peros. Esa palabra que te tirará el alma a los pies o te subirá al olimpo; si viene tras algo bueno, caerás; y si viene tras algo malo... Solo reza por que no empeore.

No sabemos ni lo que queremos; creemos que sí, como siempre impulsivos y equivocados, sin mirar los contras que conlleva cada deseo. Yo quiero la playa, pero sin su arena, me gusta el refresco pero sin burbujas, me molan las chicas malas, pero duelen. Me gusta cantar, pero oyéndome bonito; molaron las pellas, pero no la depresión; quise una novia, pero no la que tuve, y quiero vivir, pero no como vivo.

Tampoco tiene mucha chica esta entrada, pero no por eso es menos importante; es importante aunque nadie la comprenda, porque un pero es lo que me ha dejado la cicatriz más grande que me decora el alma ahora mismo.

Yo te quise a ti, pero te quise conmigo.
Y tú te quieres, pero te quieres con él.

sábado, 26 de marzo de 2016

Compañera de ansiedades.

Y que la luz fuera nuestra
fue aquella noche el deseo;
ahora veo que defenestra
todas las lunas que, tonto
de mí me escapé muy pronto,
y solo queda Morfeo.

Para que contigo en sueños
pueda bailar otra vez
bajo estrellas en Cullera.

La tele puesta, dos leños,
triste y extraña, tu tez,
que ahora hace de enredadera.

Y se enreda en mi cabeza;
y mis recuerdos son tuyos;
y has partido la corteza,
con silencios, con murmullos,
con luces, con mil colores,
con hambre de respirar,
con tu paleta de olores...
Ahora puedo caminar.

Sin tanto peso en la espalda,
sin esquivar tanta falda
creyendo que son la muerte.

Ahora siento que estoy vivo,
si algo me jode lo esquivo...
Ahora solos yo y mi suerte.

Por eso gracias, preciosa,
por cercenar mis maldades;
gracias, gatita rabiosa,
compañera de ansiedades.

Ya nos unirá la luna
si tiene que ser así.
Mientras tanto no me olvides.
Yo no te olvidaré a ti.

Putas despedidas de estación.

Renfe.

Sobre las vías y sin destino,
no descarrilo, y en mi cabeza
sus minimanos, su tanga fino
que siempre afina, entre cerveza.

Entre mis manos mucha ansiedad,
pero sus labios la matan toda;
y no hace falta ninguna boda
para besarnos, y de verdad.

Con un suspiro, baila su pelo;
y siempre a pelo, en algún baño,
un par de apaños, mi caramelo,
“házmelo duro", hoy como extraños.

Y no me importa, que tus verdades,
sean mentiras en otras bocas.
Mientras derritas mis ansiedades
haz lo que quieras, sé diez mil locas.

Que no me importa nada que llueva,
que si cae agua, más lubricante,
que vamos rápido a nuestra cueva;
a hacer la dieta del buen amante.

martes, 22 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo III: Poesía.

La poesía para mí es todo lo bonito; poesía es la roca donde estoy sentado; la canción que me canta el mar, y su espuma; poesía es su flequillo (y su culo); poesía son tantos ojos de los que me enamoro día a día; es la espera a una buena noticia, o a una mala.

Porque la poesía no es rosa chicle, no tiene que ser feliz y colorida; no necesita ramos, ni coronas.
La poesía es la vida misma; desde las manos de quien la escribe, y quien la lee, y quien la recita y quien la canta.
Son claroscuros, son lágrimas de alegría, sonrisas de ira, temblar de calor y soñar despierto.

La poesía es locura; la única cuerda que sujeta a los cuerdos pero hecha por locos, y para locos; los demás no la entenderían...

Es mi forma de arte favorita, (reñida con el cuerpo de mujer), ya que otras tienen notas, voces,movimientos y pinceles; pero siempre preferí las palabras.
Porque una palabra puede tener el poder absoluto o no servir para nada, pero siempre hay palabras para los oídos abiertos; da igual lo que pase, siempre pueden solucionarlo si vienen de buena boca.

Por eso me gusta la poesía, porque nunca una palabra tan simple había significado tanto.

“Escrito escuchando Paisanaje, de Joaquín Sabina, y el mar tocando las palmas. Escúchala y valdrá más que cualquier poema escrito de mi mano."

martes, 15 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo IV: Reflejos

Hablo de reflejos, pero no existen; y sé que no existen, pero llevan tanto tiempo incrustados en mi mente de manera automática e imborrable que los asumo como míos e ignoro lo demás.

Son los reflejos que más odio; gente los llama inseguridad, otra gente más inconsciente baja autoestima; pero ni lo uno ni lo otro, para la inseguridad tiene que haber una seguridad sobre la que respaldarse; y para la baja autoestima tiene que haber una autoestima inicial que bajar.

Y, como de muchas otras cosas, no soy poseedor de seguridad ni autoestima, ni de ego. No hay que confundirse, soy orgulloso, pero todo eso es la capa, la corteza con la que me cubro para que nadie me toque...
Soy de cristal, y el mundo está lleno de manazas.

Me refiero, en todo el texto, tanto a lo de dentro como a lo de fuera, que aunque asegure que no es importante todos sabemos que lo es. (Somos animales)

La mayoría de estos reflejos son por comparación; siempre queremos ganar, para algo jugamos, ¿No?
Y al ver que perdemos siempre, que caemos en cada asalto (No he dicho que haya que caer, simplemente ver que sí lo hacemos), al caer tantas veces llega el día en el que no quieres levantarte, no quieres luchar.

Hasta aquí la historia de mi infinita ansiedad, que crece cuanto más humano me siento.

“Reflejos, espejos, sombras...
Siempre de tu propiedad.
Ya no sé si estoy soñando
o es que evito la ansiedad,
ignorando en el espejo
la cara de la verdad.
Seca, casi muerta, ríe,
y llena de cicatrices
ignora que dentro mía
echo hace ya sus raíces;
y no me puedo negar,
a que engañes o utilices
a este imbécil sin hogar,
a este tonto sin matices."

Que antes los tenía, sí,
pero eso ya está pasado.

domingo, 13 de marzo de 2016

Llega, llega el calor.

Llega el sol y mi cansancio,
llegan lunas y cruzadas;
la ansiedad, juguete rancio,
y llegan encrucijadas.

Luces en la noche, llegan,
anestesia, labios rotos,
corazones que despegan
sin poemas, y sin fotos.

Llega todo, en medio yo,
bailando entre tanta vida,
queriendo lo que llegó
ya que supuso una huida.

Y al llegar, yo me voy lento
sin moverme un solo paso,
esperando un sentimiento
que no esté dentro de un vaso.

sábado, 12 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo II: Yo.

Las personas siempre son complejas, hasta las más simples lo son; todos somos el vómito degradado de una serie de vivencias, sean las que sean, traumas, pecados, amores y extravíos. Muchas de estas vivencias son notables al conocer a alguien. (si tienes ojo), pero ni aún así creo que nadie sea capaz de conocer a otro alguien, al menos del todo, no.

Yo, la verdad, siempre he creído ser diferente, en muchos aspectos; puede que mi nula autoestima lo necesite para tener algún madero al que agarrarme y no ahogarme; o puede que sí sea diferente de verdad. Tengo claro que si me pinchas sangro, y si me tocas, me corro; no soy ningún espécimen; pero tampoco quiero incluirme en el saco de la humanidad, que está lleno de mentiras, envidia y egoísmo, y huele a mierda que tira para atrás. Puede también que sea eso lo que trae mi necesidad de sentirme algo más; algo mejor que toda la mierda que veo en las demás personas.

En realidad es increíble que con el tiempo que dedico a autorevisarme y a meditar mi esencia no pueda hacer esto más fluido, falta vaselina; y no sé si es porque me da miedo, inseguridad o vergüenza decir muchas cosas sobre mí, pero en fin... Todos los capítulos cercenan hasta llegar al cielo.

Yo... Yo no sé quién soy. Sé que soy una persona, jodida últimamente; (un últimamente de años).
Y creo que en este trance lo he perdido todo, ni siquiera recuerdo cómo solía ser antes de todo esto, pero cada vez más y desde el principio he ido endureciendo, enfriándome y, sobre todo, olvidándome a mí mismo, en el sentido que más os guste, porque lo he hecho en todos.
Así que no sabría bien qué decir de mí.

Ahora soy frío, inseguro, pensante y de poco ego, no muy preocupado por casi nada que no sea mi lamento y mis anestesias; solo casi todo el tiempo, (al menos así me siento.)

Esta entrada es cutre, pero no todo iban a ser rosas. Lo siento.





"Las personas son extrañas,
e imposible es conocer
a alguien completamente.
Somos jodidas marañas,
de actitudes, de saber,
de pasión, de cuerpo y mente.

Y aún con todo lo nombrado;
hay que ignorar espejismos.
Hay que conocerlo todo,
por ello, del mismo modo,
y aunque sea más complicado,
enfréntate a los abismos;
deja la pereza a un lado.
Hoy, conócete a ti mismo."



miércoles, 9 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo I: Ella.

"Ella dijo cántame,
yo solo silbaba poemas.
Mi alma grita sálvame
quítame estas cadenas...
De frío muero pero lento;
aun tenemos mañana.
Aun nos queda un momento,
para darle llama...
A la soledad."




El amor es una montaña imaginaria, pesada y gigante; en realidad no existe, pero si vas lo suficientemente puesto; ahí está, dentro de sus ojos.
Cada piedra que la forma se añade sola, con cada beso, con cada caricia, con cada todo.

Ella fue mi montaña más grande, el Everest del amor y dentro de mis pantalones, era belleza; pero no una belleza, era LA belleza, su pelo suave, sus manos calientes y lunares en el escote, ¿Qué más se puede pedir? Ah, sí, que me quiera; y me quería, o eso decía... Pero lo importante no es si era verdad, es que me lo creía.
Y cuando te lo crees ya solo hay dos opciones, correr o echarle huevos; y yo nunca le echo huevos, pero con cada beso me dejaba más cojo.
El verde marihuana que teñía sus ojos marrones se clavaba en mi columna, y si se alejaba, también lo hacía mi esperanza, (la que ya creía perdida.)
Desnudos y vestidos, arropados sin ropa; todo era celeste cuando cerraba los ojos.
No sé si era el paraíso o la más fuerte morfina jamás descubierta, tampoco sé si me engaño o realmente ya no puedo vivir, espero sea la primera.
No hablemos de mi boca en su ombligo, ardiendo por dentro y por fuera, en una hoguera que nunca iba a apagarse, pero que ella apagó.

No sé si no tengo palabras o tengo tantas que no sé cuales elegir... Creo que la segunda. Nunca he sentido un luto tan grande por un corazón que se apaga. Y menos si se apaga de manera manual, todo siempre lo he curado con whisky y soledad, con verde y cartón; pero ahora no sé si todo me supera o la gota que colmó el vaso fue la última lágrima que dejó en mi cama.

Puede ser que tanta poesía y mala vida me hayan vuelto loco; y a los locos solo les hace falta una chispa para irse a la mierda. Supongo que ella fue mi chispa.

Íbamos a toda hostia por un camino que acababa en barraco, y si nos daba igual no lo teníamos muy claro, pero yo siempre fui un buen talibán, y hago trueque de saliva hoy y sangre mañana, siempre lo he hecho, y lo haré hasta que no me quede sangre por cambiar.

Supongo que ya nada importa; ella se fue, y con ella su montaña, y sus ojos, y sus piernas, sus lunares, su ombligo, su nariz y sus pezones... Lo que no me queda claro es si ella era solo ella... si no me explico es porque hay cosas que no se pueden explicar.

Y ella no se podría explicar jamás, al menos no con mi boca.


martes, 8 de marzo de 2016

Camino al cielo. (Prólogo)

Pocas historias de amor son felices; todo lo que termina, termina mal, dicen; y así, ¿Quién le pondría esperanzas al amor?
Hay dos respuestas, la primera junta a casi todas las personas que habitan la tierra, son los simples que dictan lo que es amor cuando ni lo saben, que tienen una persona al lado a la que usar de saco de boxeo, pañuelo y consolador, y que son usados por esa persona al mismo tiempo y para lo mismo, y creen que están enamorados porque así están mejor que solos, sentimientos que a la larga se convierten en una obsesión insana que no les permite aguantarse a sí mismos; al menos no solos.
La segunda respuesta son los locos, no penséis mal, no son psicópatas, (no todos), ni locos de verdad, pero saben que el amor no son decir "te amo" y ramos de flores, ni collares ni anillos, saben que el amor si existe dura los segundos que te pierdes en los ojos de otra persona y olvidas todas las guerras.

En esta segunda opción de amor no sobran los soldados dispuestos a querer de verdad, ya que es tan placentero como peligroso, pero supongo que aunque cada vez menos, sigue habiendo; por lo tanto hay esperanza.

Ahora, y hasta aquí el prólogo de algo que acaba de nacer, que no sé cuánto durará, y que no sé ni qué forma tiene todavía; pero que alguna tendrá.

"Hoy voy a escribir un cuento sobre rotos corazones,
tirando de algún recuerdo y de malas decisiones...
Y no importan las figuras, siempre seremos tú y yo,
y aunque esto es una tortura, necesito vomitarla,
para curarme el amor."

domingo, 6 de marzo de 2016

La excepción que confirme la regla.

Tirado, resacoso, cansado y somnoliento, aburrido, un poco triste y deseando que la fiesta fuese infinita.

Llevo mucho tiempo pensando en qué hacer con mi vida y no me decido, morir suena bonito, pero seguro que es triste; al mismo tiempo seguir viviendo suena triste, pero seguro que es bonito.

Y, ¿De dónde saco la esperanza?
A mí ya no me queda, no señor; no después de tanto correr para nada, bailar yo solito, beber hasta caer, luchar conmigo mismo y reirme de todo mientras lloro por nada.

Pero bueno, abramos un paréntesis, no sé cuándo lo cerraré, o si me iré con él abierto, pero abramos un paréntesis en el que intente pensar que todo va a salir bien.

La excepción que confirme la regla.

viernes, 4 de marzo de 2016

En fin, da igual, todo es risa.

Guerra interna en mi interior,
el triste tonto y el amante del sudor,
luchan, sangre y plomo, dura guerra,
vuelvo a saludar hoy a la tierra.

Y la cerradura perdida,
que abre tantas cosas buenas,
el portón sangrante de la vida,
del sol, del aire sin cadenas.

Buscando la llave tanto tiempo,
me olvidé del exterior,
ya no sé cómo de flor en flor
ni teniendo a mi favor el viento.

Me da igual que esto sea una mierda, no es lo que es, es lo que significa; que aunque siga siendo un triste siempre ya no le cerraré más la puerta a sonreír, y aunque las ganas me duren un segundo, mejor es que ninguno.

“Hoy me he levantado dando un salto mortal
he echado un par de huevos a mi sartén
dando volteretas he llegado al baño
me he duchado y he despilfarrado el gel
Porque hoy... algo me dice que voy a pasármelo bien... "

jueves, 3 de marzo de 2016

Late, late, late, late.

Recuerdos al paredón,
y nuestras quinientas lunas
olvidadas, al rincón,
del olvido y de la espuma.

Ya no recuerdo tus idas,
ni tu lengua, ni tu ombligo,
ni tu muerte, ni tu vida,
y aquí loco siempre sigo,
relamiendo las heridas
que me dejaste al marcharte,
y es que es arte, si suspiras,
si la cagas, todo es arte.

Ya estoy harto, del silencio,
y la pared me hace muecas,
el techo es mucho más denso
en mi casa de muñecas,
que dejaste tan vacía,
ahora mismo, solo hay una,
no puedo seguir...
Ya no puedo, con la luna.

Ya no puedo, sonreír,
sin tus manitas de artista,
cómo voy a revivir,
pobre y tonto narcisista.

Y entre clavos y narcisos,
el reloj siempre preciso
marca las horas de cera,
en mi sucia calavera...
Otra noche, a pulmón,
solito y sin corazón,
te lo di, disfrútalo.

Ahora espero, que alguien llegue,
y moje mis llagas secas.
Y se largue, y me espere,
y quiera todas mis muecas...
Otra noche, sin razón...
Solito y sin corazón,
Otra noche, tú tan lejos,
puñales en los reflejos,
de tus ojos, que alumbraron,
lo inalumbrable.

Otra noche, a pulmón,
otra noche sin razón,
ahora ya sin argumento,
fe, sonrisa y condición,
pero ahora, de momento,
otra noche, corazón,
otra noche que lo siento,
siento flojo el corazón,
te lo di, disfrútalo.