lunes, 23 de enero de 2017

Ansiesades.

Fuera de éste autobús, el cielo ilumina el mundo; dentro un dolor nauseabundo explota como un obús; y llueve, graniza y truena. Solo para cuando suena, el cantar de una sirena; pero en Madrid faltan mares.

Sobran veneno y lugares, corruptos de humanidad, sobran pena y ansiedad, frío, orgullo y altares.

No caben en mi cabeza más mounstros diagnosticados, tengo traumas encerrados en cárceles de cerveza.

Y ansiedad llama a la puerta, pero ni ésta está cerrada ni el humo duerme mi enfado. La evolución está muerta, humanos, ¿Tenéis coartada para lo que habéis matado?

En mi frente cicatrices, luciérnagas resplandecen. Sangran, crecen y florecen; tú tiemblas, ellas felices besan mis mejillas rotas, haciendo de ellas Siberia. "Esa enfermedad no es seria"... escucho mientras mil gotas de fuego caen por mi sien...

¿Y qué es el mal? ¿Qué es el bien? ¿Me merezco éste dolor? Si es así matadme ya, que habéis matado mi fe; y la fe es el mejor yo.

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