jueves, 26 de enero de 2017

Fiebre

Llevo tiempo pensativo, sangrando a cada paso que me atevo a dar; cansado de darlos ahora. Y no necesito pensar en nada para estar pensativo, en mí pensar sobre algo no es la excepción, es la norma. Yo me paso el día pensando en todo, pero no pensativo; estar pensativo es tener algo sobre lo que pensar, algo mayor; algo que ni sabré describir hasta que acabe, si es que acaba...

Para mí esto es un paso más, aunque no para delante, ni para arriba; viajo en otro sentido, hacia dentro; expandiendo lo que soy, sin dejar de ser, no como vosotros que anulais lo que sois por cualquier ápice de lo que deberíais ser...

Últimamente también desvarío mucho, pero es que la noche me ha absorbido, y su frío y oscuridad tiñen todas mis palabras. Lo que fue luz ahora está muerto, y eso lo notan mis huesos hartos de llevarme a todos lados. Mis ojos piden clemencia, después de todo lo visto ya no quieren nada más; la balanza se partió hace tiempo y la luz no pesa nada. Piden silencio mis oídos cansados de escuchar tantas mentiras, no pueden aguantar más versos podridos sin explotar, dejando nada de mí.

Y espero que sigan rompiéndose los cristales, porque soy fuerte dentro del kaos, y aunque cada vez más polvo de lo que he querido ser, se vaya con el viento a adornar el olvido, lo que habéis dejado de lo que fui empieza a verse claro, desnudo. Se empiezan a oír sus gritos clamando libertad y se puede ver el brilo de sus garras afiladas.

No pasa nada, repito, otra vez. No pasa nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario