Paciencia.
Demasiada paciencia.
Ya no sé si sigo vivo, no estoy, no soy.
Dicen que el único que puede ayudarme soy yo, pero ya es tarde, o eso creo.
Ya no soy lo que era; la chispa ya no luce y el sol ya no me quema.
Cómo voy yo a ayudar a nadie. Nunca he sabido, imagina conmigo.
No sé ni por qué escribo, no sé ni por qué anhelo todavía una luz cuando no hay pilas.
Es un círculo vicioso y cada espasmo a lo que llamáis sonrisa nunca tiene un verdadero sentido.
No es hora de lloriqueos, hablo claro y se me entiende, y si no; te haré entender.
Cómo molaría haber sido un gangster.
No entiendo por qué gente muere cada día en accidentes y nosotros, porque habrá más como yo, a los que nos da igual la vida, los que sabemos el significado de la vida y lo vemos imposible; porque es imposible, nosotros seguimos, siendo lastre y costra, muerte y pena, lágrima y sueño.
Qué tontería; espero que nadie lea esto, si lo has hecho; cállate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario