viernes, 28 de agosto de 2015

Últimamente.

Me desperté otra mañana,
y nada otra vez tenía.
Levantarme de la cama,
cada vez más me dolía.
Las hojas ya no son verdes;
ni brilla tan bien el sol.
Y tú corres y te pierdes
todo lo que he sido y soy.

Ni Ariel Rot ni las cervezas
alivian mi mente rota.
Últimamente no flota
mi mente en un lago claro.
Últimamente es más caro
el aire; aunque la certeza
de que no quiero seguir,
es más fuerte cada vez.
Respirar me da pereza,
no hay ganas de resistir
así uno y otro mes.

No hay descanso de los gritos,
no hay bonitos pajaritos,
no hay magia negra ni ritos;
que hagan que enseñe mi luz.

Ahora todo está apagado,
a recaudo y bien cerrado
como lo estuvo un pasado.
Ahora sólo pienso en blues.

No hay nada más que decir.
¿Por qué ya no escribo?
No me quedarían fuerzas para seguir vivo.

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