jueves, 11 de febrero de 2016

Luna lunera.

Es cuando la luna explota
de vergüenza, pobrecita,
la gran musa, siempre rota,
siempre lejos, siempre grita.

Aunque es amada en poesía;
siempre ocurre el mismo cuento.
Él la mira, ella se fía;
ella quiere fuerte y lento.

Y él la busca, enamorado,
por su luz y compañía,
la noche triste a su lado,
siempre ha sido menos fría.

También él vive de día;
y se rodea de mujeres,
sonríe y besa en el tranvía.

Con esos vicios, no esperes,
que emita luz de alegría
la lunita entre alfileres.

Y vuelvo donde empecé,
a contar lo que quería.
A la pérdida de fe
de la pobre luna mía.

A cómo no valoramos
lo de verdad necesario,
porque se hace rutinario
y nos creemos sus amos.

A cómo por su mal ojo
y a su dejar que la mientan,
acaba explotando en rojo;
preciosa luna sangrienta.

A cómo luna cornuda,
se queda siempre solita,
sin flores, besos ni ayuda,
siempre sola, siempre grita.

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