miércoles, 15 de junio de 2016

La puerta trasera del paraíso.

Siento latiendo mi pecho
más fuerte que nunca ahora,
siento por dentro deshecho
el reloj de la demora.

El reloj que llora arena
ahora cada vez más fuerte
porque se escapa la pena
y ya queda menos, nena,
para que consiga verte.

Para que firmemos guerra,
ya que la paz está muerta,
y nuestra cama desierta
cada vez gruñe más perra.

Gruñe más fuerte y nos muerde;
solo hay una solución,
ven conmigo haz que me acuerde
de que tengo corazón.
Fumémonos algún verde
sin descanso pa'l pulmón.

Y lo que a mí más me importa,
aunque sea una cosa corta;
quiero ver como me muerde
tú boquita entre pasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario