Llevo muchísimo tiempo escondido
entre los rincones de cualquier bar,
buscando sonrisas para salvar
mi mente cansada de tanto ruido.
Pero ese ruido va a acabar perdido;
yo tan herido, tengo que encontrar
una mirada que sirva de hogar;
una mirada que sirva de abrigo.
Una palmada en el corazón,
un beso lento, pero muy potente;
una coartada llena de pasión.
Un objetivo, besos en la frente,
un hada loca que sirva de avión
al paraíso; que cure mi mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario