sábado, 11 de abril de 2015

Dais pena.

Caricias,
miradas
y tú congelada.

Tus besos,
traviesos
de los que hacías gala.

Moviendo no sólo los labios,
moviendo también mi vida.
Jodida, por problemas varios
en los que no tienes cabida.

Ya que no creo entendible
como está mi parte sensible,
viva si soy el diablo.
Siempre fuera del establo
miro por encima del hombro
a los corderos dóciles;
que sois.

Y me aburre la vida,
sólo veo almas podridas,
para un vis a vis.

Yo que suelo ir de frente,
y no necesito tientes,
para querer vivir.

Pero es duro hacerlo sólo;
y hoy ya no hay quien me tiente.

Siendo borde, seco y tosco,
no hay quien se pare a mirar...

Mi corazón roto,
soy el que no sale en las fotos.

Mi alma rota,
soy el que no quiere ser prota.

Yo sólo voy a mi esquina,
a mirar de abajo a arriba;
a vosotros, corderitos,
corderitos de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario