jueves, 16 de abril de 2015

Puede que final, seguro que no es feliz.

Hoy no vengo a rimar ni a hablar de amor podrido como siempre, tampoco de humo y plantas.
Ni de soles y lunas.

Esto es una carta; no tendría sentido leerla si nunca me has leído, si es el caso, vete.
Sólo puedo decir que esto es un coma de verdad.
Ya no puedo escribir nada sin acordes sintiéndome cómodo.
Ya ha pasado demasiado lo de obligarme a mí mismo a escribir y que sólo salga mierda, aunque sea mierda que guste, a mí no me vale para nada.

No digo que haya muerto para siempre. No digo que vaya a volver.
Prefiero no decir nada, nunca se me ha dado bien admitir errores.

Sólo sé que seguiré escribiendo lo poco que sienta. Aunque no vaya a compartirlo.

Cuando esté preparado ya volveré, o eso espero.
Nada más.
Fin.

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