Tú,
por la noche eres el faro,
que guía todos nuestros pasos
que cuando no estás damos a ciegas.
Con tu luz,
de la que no me separo.
Me llenas de luz; mi vaso,
que se llena de ginebra.
Como cada noche.
Tienes a todos los poetas,
colados hasta sus huesos,
de los tuyos.
Aunque sus cuellos aprietas,
al no importarte sus besos.
Siempre seré tuyo.
Luna.
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