Oigo voces en la calle
y no hay ocios a éstas horas.
Las farolas,
que no alumbran
pueden ver el vil batalle;
cómo cientos de esqueletos
se levantan de la arena.
Ésta colmena
de muertos
quiere armar una faena.
Una pena,
de verdad.
Porque en vida eran banqueros;
llenos de lujos, de amor
y ensangrentado dinero.
Ahora yacen en la hoguera
trinchados por otra gente,
a la que los ciegos muertos
dejaron sin ningún diente.
Muchedumbre ciega de odio
bebe sangre de ladrones;
que antes, dejaron inerte
cada una de sus facciones.
Y yo no es que me lo invente,
veo todos los porvenires,
y ricos contra faquires,
es la guerra en 2020.
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