miércoles, 24 de junio de 2015

112.

Hace un tiempo quiero contar cosas.

Así, crudo, a pulmón, sin filtros.
No sé.

Cuando me pongo nunca sé como empezar hasta que me enrollo y luego me queda todo demasiado largo.

Creo que no soy lo que nadie imagina.
Si lo fuese no estaría vivo, ni aquí.
Y me refiero a las cosas buenas.

Creo que nadie busca la luna, y cuando lo hacen tardan poco en encontrarla.
Yo soy difícil de encontrar, y nadie me hace canciónes.
El ejemplo de la luna no es bueno.

Esto me va a quedar jodidamente larguísimo para decir solo que estoy en la jodida mierda.

Ya no me importa nada más que no seguir así.

Hoy he ido al médico para un tema de vida o muerte y nadie me ha preguntado nada.
Nada.

Hace mucho del último "¿Qué tal?" de verdad.
Demasiado

No sé ni qué decir.
Ni siquiera quiero contar nada; en realidad.
Creo que esto es más una llamada al 112 a cobro revertido.

Solo espero que a mi vuelta al hospital, si resulta que tengo dos coleguitas en el cerebro, no sean benignos;
pero claro. Nunca nada sale como quieres.

Así que aquí seguiré hasta que tenga algo por lo que vivir.
Entonces es cuando me atropellará un velero.

Soy gilipollas.
Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario