jueves, 11 de junio de 2015

Forastero II.

Definirme es una mierda
cuando busco definirme,
porque nunca sé si es cierta
la realidad de mi espejo;
o si ésta cambiará
cuando me mires de lejos.

Y también es la putada,
de nunca tener coartada
para todas mis maldades,
mis defectos, mis mentiras;
todas mis atrocidades.

Pero bueno, el ser humano,
nacido para vivir la vida como una noria,
hasta que llega un verano
que piensas que eres escoria.

No lejos de la verdad,
nacemos para matar,
para creernos más que nada.
Y la helada realidad,
la realidad congelada
es que existe un paraíso,
sin coches, calles ni pisos.

Sin el hombre en el planeta
la muerte no les aprieta,
a los demás seres vivos.
Que siempre muertos o heridos
antes o después por mí.

Por mí y por mi especie humana,
que de vida inteligente
tiene el vida, si no, nada.

Y eso somos y seremos.
Es nuestra naturaleza.
Sólo suaves y serenos
con la droga o la cerveza.

A la mierda.

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