martes, 9 de junio de 2015

El país de las maravillas.

Reina de su reino era la bella de Alicia.
Con sus bello cabello de una suavidad ficticia.

Entre ramas,
crecía,
mientras florecía;
y es por todos de saber,
que la edad de florecer es la edad de merecer.

Por eso a los diez veranos,
entre sus tíos y su hermano
la hicieron por fin mujer.

A golpes y sin caricias,
casi mataban a Alicia,
cae al suelo mientras sangra.
Y como en una matanza,
el que no clavaba lanza
no era persona en aquella
acción de la que la bella
Alicia salió al fin muerta.

Después de sentir la dura,
cacería de su dulzura.
Que como una isla desierta
de la que no conocemos
de la misa la mitad.

A nadie le importará
lo que vivió en el infierno
de su propia habitación.

Y ésta abominación
se fugó de los recuerdos
de los que oyeron noticias,
de una tal niñita, Alicia.

Fue muerta hace tres inviernos.

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