Cubre mi boca de besos
y tú con la lengua bífida
rompe mi coraza rígida
con uno de tus excesos;
ya que sólo soy un preso.
Un preso de la locura,
que te traes en esa falda,
sin Dieguitos ni Mafaldas;
tú sólo encuentra la cura,
que deje de estar a oscuras
todo mi corazón.
Y con esta canción,
cambio mi posición,
de un experto ladrón...
De almas rotas.
Y mi vida en bancarrota;
que perdí.
Y el dolor, que ya se nota;
que es por ti.
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