Intento concentrarme pero no me sale nada, sólo rolas a la muerte y al amor inexistente entre la luna y el poeta loco.
Sólo puedo pensar y escribir, y ninguna con claridad, sobre el puñal que fue rasgando cada poro de mi piel hasta reventar mis vértebras y matarme por dentro otra vez.
Así, y aquí; intento enseñarme de la manera más sencilla.
Pero eso da igual, solo sé que tengo que sacarte de mí por completo; lavarme la cara y el alma (si es que me queda), e intentar revivir un poco.
No te rías, solo he dicho intentar.
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