lunes, 19 de septiembre de 2016

X.

A veces me pregunto si realmente soy un necio o si es mi enfermedad la que me pone tantas trabas.
La verdad, se me caen las babas, viendo vuestra responsabilidad, y de verdad creo que esta guerra la ganará la ansiedad.

Sigo respirando, aun sin ganas ningunas de hacerlo, tantas lunas me bebí que ya no puedo ni pensar,
tantas veces que dije te quiero sin quererlo ahora se ríen viéndome caer, descontrolar.

¿Y lo que más duele?

Decirle a mi madre que he vuelto a fracasar, seguir sin poder llorar y tengo que tragarme las lágrimas que sobran; saben a fuego, a infierno y a invierno; que aunque sean cosas distintas son hermanos gemelos.

¿Y lo peor?

Que soy un cobarde, y nunca me atreveré a mirar a los ojos al único dios que podemos ver. Y tendré que seguir andando, con tantos tajos en las piernas que cada paso son mil cristales atravesando mi piel.

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