jueves, 3 de marzo de 2016

Late, late, late, late.

Recuerdos al paredón,
y nuestras quinientas lunas
olvidadas, al rincón,
del olvido y de la espuma.

Ya no recuerdo tus idas,
ni tu lengua, ni tu ombligo,
ni tu muerte, ni tu vida,
y aquí loco siempre sigo,
relamiendo las heridas
que me dejaste al marcharte,
y es que es arte, si suspiras,
si la cagas, todo es arte.

Ya estoy harto, del silencio,
y la pared me hace muecas,
el techo es mucho más denso
en mi casa de muñecas,
que dejaste tan vacía,
ahora mismo, solo hay una,
no puedo seguir...
Ya no puedo, con la luna.

Ya no puedo, sonreír,
sin tus manitas de artista,
cómo voy a revivir,
pobre y tonto narcisista.

Y entre clavos y narcisos,
el reloj siempre preciso
marca las horas de cera,
en mi sucia calavera...
Otra noche, a pulmón,
solito y sin corazón,
te lo di, disfrútalo.

Ahora espero, que alguien llegue,
y moje mis llagas secas.
Y se largue, y me espere,
y quiera todas mis muecas...
Otra noche, sin razón...
Solito y sin corazón,
Otra noche, tú tan lejos,
puñales en los reflejos,
de tus ojos, que alumbraron,
lo inalumbrable.

Otra noche, a pulmón,
otra noche sin razón,
ahora ya sin argumento,
fe, sonrisa y condición,
pero ahora, de momento,
otra noche, corazón,
otra noche que lo siento,
siento flojo el corazón,
te lo di, disfrútalo.

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