martes, 22 de marzo de 2016

Camino al cielo. Capítulo III: Poesía.

La poesía para mí es todo lo bonito; poesía es la roca donde estoy sentado; la canción que me canta el mar, y su espuma; poesía es su flequillo (y su culo); poesía son tantos ojos de los que me enamoro día a día; es la espera a una buena noticia, o a una mala.

Porque la poesía no es rosa chicle, no tiene que ser feliz y colorida; no necesita ramos, ni coronas.
La poesía es la vida misma; desde las manos de quien la escribe, y quien la lee, y quien la recita y quien la canta.
Son claroscuros, son lágrimas de alegría, sonrisas de ira, temblar de calor y soñar despierto.

La poesía es locura; la única cuerda que sujeta a los cuerdos pero hecha por locos, y para locos; los demás no la entenderían...

Es mi forma de arte favorita, (reñida con el cuerpo de mujer), ya que otras tienen notas, voces,movimientos y pinceles; pero siempre preferí las palabras.
Porque una palabra puede tener el poder absoluto o no servir para nada, pero siempre hay palabras para los oídos abiertos; da igual lo que pase, siempre pueden solucionarlo si vienen de buena boca.

Por eso me gusta la poesía, porque nunca una palabra tan simple había significado tanto.

“Escrito escuchando Paisanaje, de Joaquín Sabina, y el mar tocando las palmas. Escúchala y valdrá más que cualquier poema escrito de mi mano."

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