¿No es irritante la gente?
Veo su ego gigante,
sus dioses al ignorante
y futuro al delincuente.
Rezo por la luz de Dante,
vagando, loco, al relente
de alcohol y sangre caliente;
buscando el paso siguiente,
y reviente quien reviente,
mirando para adelante.
Ya solo existe el presente;
seguir este laberinto,
fiándome de mi instinto.
Después de todo, consciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario