La naturaleza, es más precisa que preciosa,
reluce tan maravillosa, su melodía;
que hoy en día, ya me queda poca cosa;
una mente resacosa que recuerda como ardía cada beso.
Y ahora entre lunes y lunas sigo siendo preso,
de mis lunes y tus dunas; tú ya no me desayunas, y no existe un verso,
que nos de tanta fortuna
como la que tuvo un día el universo.
Sangro cada vez que noto que va a venir bien,
lento brotan rimas, tanta presión en la sien
ya no hay cimas, ni huesos ni carne ni piel;
solo algo que escupa tinta, mi cerebro y un papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario