Y, si ahí sentado, débil, solitario y muerto; en esa noche fría y a una hora a la hasta las estrellas están durmiendo, después de haber vivido todo y no sentir nada...
En ese momento, con el cerebro lleno de tóxicas ayudas para crear...
Si entonces ya ni la luna te dice nada, es la hora de tapar el boli e irse a dormir.
Y dormiré.
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