La vida, un sinfín de actos sin sentido. No tenemos más razón que la de buscarla, en el fondo somos buscadores de la nada más absoluta que cuando la encuentren irán a buscar otra.
Siempre están nuestros instintos primarios para hacernos creer que hay un sentido en todo esto, el de perpetuar la especie. Y la razón, estúpida, haciéndonos creer que somos nacidos para ser felices o amar.
Aunque estas dos caras de nosotros, en una lucha infinita, estos tú y yo, estos Doctor Jekyll y Mr. Hyde que en realidad son inútiles porque a ver...
¿Para qué vivimos si vamos a acabar todos en una caja de madera?
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