Buscando aquella musa que me encuentre las cosquillas.
Después de dos semanas sin tomarme las pastillas.
Me vuelve a agarrar el pecho
la soledad del sintecho.
Me vuelve a morder la vida
y vuelta a otras cien caídas.
Libres y sin parachoques.
Pienso “todo lo que toques
sin duda se morirá".
Pienso “da igual lo que luches
si la única que te escuche,
va a ser tu dios, Soledad".
Vuelta al negro y a brotar,
de mi mano letras grises.
Vuelta al frío y a aguantar,
que cada noche me pises;
Soledad.
La verdad.
Que no te he echado de menos,
pero bueno, bienvenida.
Vuelvo a mamar de tus senos,
tú la sangre de mi herida.
Aliméntate bien, zorra;
que ya habrás pasado hambre.
Sin hacer que siempre corra,
rodeándome de alambre.
Ya había pasado semana
y pico subiendo duro.
Pero, depresión, hermana;
siempre estás en mi futuro.
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