miércoles, 24 de agosto de 2016

Negro.

Van y vienen pensamientos
a mi mente destrozada,
y espera, mejor más lento,
que fluya tu movimiento
por mi garganta cansada.

Ya casi no sopla el viento,
y alrededor de mí, rejas,
que encogen cuando te alejas;
y, perdona si te miento,
pero estoy acostumbrado
a protegerme encerrado
entre millones de excusas.

Ya no quiero salvación,
yo entero soy corrupción,
nada que ver con mis musas.

Mi estado mental es pésimo, lo que escribo también, y me la suda.
Ya no tengo a nadie a quien demostrar nada. Cuantísimo lo noto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario