Y vuelvo a salir de casa,
arrasan, mi mente dudas
que torturan y es escasa
e inútil cualquier ayuda.
Toso y fumo,
y entre el humo
ya casi no duele nada.
Rimo y duermo,
siempre enfermo
y fuera de la camada.
Cuesta respirar, y claro,
ya sale caro existir,
ni dios, ni templo, ni faro,
ni nada a lo que seguir,
¿Tengo que lleguir callado,
teniendo escoria a mi lado
que molesta más que vive?
Seguiré cortando cuellos
y buscándome camellos
como el idiota que escribe.
Poca cosa ya me importa.
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