Me despierto, otra vez, sudando de madrugada,
sabiendo que la noche no ha acabado todavía,
lo sabía, la alegría no sirve para nada
si siempre vuelvo a caer en esta caja vacía.
Siempre uso palabras nuevas pa decir lo mismo.
Que estoy en la mierda y que me mata la ansiedad,
cartas a mi musa y delirios de soledad,
mientras me fumo otro porro y admiro este abismo.
Dados, si sale par me mato. Ha salido impar.
Sentado, sin moverme vuelvo a esquivar el disparo,
después de haberte dado tantos besos es muy raro
despertar en la noche y no tener a quien besar.
Ya empieza a asomarse el sol por el horizonte,
llega la ansiedad cargando, y yo delante.
Siento que me embiste como un rinoceronte,
pero pesa más de lo que pesa un puto elefante.
Riego nuestro jardín con mi sangre intoxicada
y normal que después tengamos que discutir;
una cosa tengo clara, no puedo vivir
despertándome sudando cada puta madrugada.
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