lunes, 7 de noviembre de 2016

27

Que si salgo demasiado...
Que controle lo que fumo...
Pero subido al tejado,
me mantengo anestesiado,
dejando al llanto estancado
entre cascadas de humo.

¿No os dais cuenta que es mi vida?
Si existe alguna salida
la encontraré por mi mano.

Ya sé que no seré viejo,
pero tampoco el reflejo
de otro simple y tonto humano.

He aprendido que si duele
cada vez sangrará menos,
y ahora ya no pongo frenos
al dolor ni al desengaño.

Vivo sin vida, sin tele,
sin necesitar regalos
más que sus besos y calos
que intento no me hagan daño.

Siempre mirando de frente
esperando a que reviente,
paciencia casi agotada.

Sabiendo que cuando pase,
seguramente que arrase
todo y ya no quede nada.

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