Llevas tatuadas lágrimas en las ojeras, gritan tus pestañas en busca de una salida; con ojos cerrados no se pueden ver las rejas que te atrapan, te separan lentamente de tu vida.
Tosen tus pulmones cansados de tanto llanto, pesan las cadenas y tus alas son muy flojas. Vuelves otra vez a casa, las pupilas rojas; y mientras caen las hojas yo repito, fumo y canto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario