Otra vez has reventado
la goma de la careta,
y huele mal la verdad.
Tan cansado, tan cansado,
ya no aguanto otra rabieta
llena de mediocridad.
Ya no busco esa silueta que tuerce a desafinado mi grito en celo. Mejor que morir, respeta, o te quedarás de lado, no aguanto un pelo.
Conquistamos mi castillo
tentando a toda la suerte,
sabiendo que nuestra muerte
será una muerte con brillo.
Llueve, sangro, y nunca se hace de día; sangro, llueve y no tengo batería.
Todo, muere, después de lo que has mentido. Muere, todo, lo que habíamos construido.
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