domingo, 22 de marzo de 2015

Coma III. Infierno.

Y aquí estoy.
Mirándole a la garganta;
pero no creo que sea hoy,
cuando vaya a salir bien.

Así que voy,
desafiando al Dios del silencio
de callejuelas.

Fumando un cigarro
me agarro,
a mi fuerza y a mis ganas
de dejar de tener ganas,
de besar aquellas piernas.

Que pudieron disparar
al alma de este jodido,
poeta sin rumbo y podrido.

Como sus ojos.
Que ya no ven más.
Que silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario