sábado, 7 de marzo de 2015

Poesía, tus ojos, el mar.

Se me va cayendo el mundo,
porque muere la poesía;
va a acabar con la alegría,
y conmigo, que me hundo
en el fondo de esta ría,
y es que a ver quien va y se fía
del corazón que me enfundo.

Para salir de batalla,
siempre en busca de una boca,
que rompa por fin la roca,
que llevo por corazón.

Y así ir resucitando
los viejos versos felices.
Y matar los garabatos,
que hacen que ya me deslice...

Por la delgada línea entre la vida y la muerte;
a ver si de dos almas rotas sale una fuerte.

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