Si el sol muriese mañana,
y nosotros en un mes,
mi mente quedaría sana
y todo acabará bien.
Pues no seré quien me mate,
y no será por las ganas.
No quiero llegar a canas
antes de caer en combate.
Pero bueno. Qué pereza;
ya por dios no doy ni un duro,
tú sigue a lo tuyo, reza.
Que yo no le veo futuro.
Y respirando bien hondo,
acabando la batalla;
voy hundiéndome hasta el fondo
y así mi voz ya se calla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario