A ver si podamos ya el rosal,
y se acaba el carnaval
de recuerdos que me abrasan.
La piel con fuego que mata,
de este perro fiel las patas.
Ya no puedo caminar.
Y no hay otra, no me muevo,
por lo tanto nada nuevo
me tienta a continuar.
Con mi vida que es muy perra,
y cercena, con su sierra,
cada vez más mi esperanza.
Escribir esto ya cansa,
la verdad a ver si puedo,
conseguir unos pies nuevos
y echar a andar,
para encontrar
algo a lo que agarrar.
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