jueves, 12 de marzo de 2015

Como la cerveza.

Tú sigue a lo tuyo,
mira al suelo o a otros ojos,
negros
que no dicen nada más que palabras de aire.

Sigue en tu mundo oscuro en el que crees que vives bien,
pero no.

Sigue con tus tonterías, con tus espinas por fuera
que sólo son para mí.

Y sigue sin hacer caso a mis gritos de auxilio.

Sigue sin hacer caso al músculo más fuerte, que no es la lengua, ignora al corazón mientras puedas hasta matarme.

Porque no aguantaré mucho, sin nada que tener no pierdo nada.

Que si no me agarro a nada caigo al vacío.
Y muero.

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